Hace unos meses leí un estudio realizado con chimpancés, donde acostumbraban a un grupo de esos simpáticos primates a no coger un plátano, porque sino, recibían una paliza de los demás miembros del grupo, poco a poco los científicos iban reemplazando a los monos originales por otros q no sabian el motivo inicial de las agresiones y pronto se vio que luego de reemplazar a todos los monos antiguos, los nuevos monos seguían con las agresiones sin una causa aparente para ellos, habían establecido una regla.
Tal parece que la política peruana se ha vuelto esa jaula con un gran grupo de chimpancés, donde cada nuevo integrante recibirá una paliza quizá hasta sin saber por qué, siendo twitter el nuevo mazo usado por nuestros más conocidos políticos-chimpancé, atacando a diestra y siniestra, lanzando barro, ajos y cebollas, cada uno con un séquito de twitteritos ávidos de formar parte de esa jaula.
¿Dónde está la fórmula para humanizar la jaula y evitar q las diferencias sean motivo de pullas o ganchos directos al mentón de nuestras honras? ¿En qué momento se pondrán a pensar nuestros políticos y volverán a pertenecer a nuestra especie humana para construir una nueva política, que construya y aporte dinamismo a la economía?
El estudio de los monos chimpancés terminó en una anécdota y en una historia que pulula seguido en la web, hasta ahí nomás. Lo que no notan nuestros políticos, y bien valdría la pena hacerles recordar, es que fuera de la jaula hay un chimpancé MOVADEFINO disfrazado de mansa ovejita cargando una metralleta al tope y esperando el momento preciso para empezar a disparar.
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