lunes, 23 de mayo de 2016

El escudo impenetrable de Keiko

Keiko ha venido siendo atacada desde casi fines de la primera vuelta, una y otra vez ha recibido los puyazos de todos los sectores, medios, grupos políticos y demás colectivos como el No a Keiko, promoviendo marchas con un buen número de participantes para reivindicar la democracia y "evitar una nueva llegada de la dictadura", a mi parecer concentrándose en demasía sobre la figura de la candidata. Sin embargo, Keiko ha seguido subiendo en las encuestas, incluso con el escándalo de su secretario general, aún no comprobado judicialmente, ¿qué ocurre entonces?

La explicación a la invulnerabilidad de Keiko a todos los ataques tiene sustento en el hartazgo del ciudadano de pie que ha visto cómo en 15 años de plena democracia y crecimiento económico continúa con temor a salir a la calle por la inseguridad o es testigo impotente de cómo la corrupción se adueña de recursos que muchas regiones necesitan o cómo se despilfarra dinero en obras inútiles, o cómo los políticos se dedican a atacarse mutuamente mientras que seguimos atascados en el tráfico por 2 horas o más.  Toda esa disconformidad se ha convertido un escudo que ha protegido, cual superhéroe de Marvel, a la candidata de Fuerza Popular, quizá sin merecerlo.

Si los "demócratas" se hicieron cargo del pais por 15 años y no han hecho las mejoras necesarias y urgentes que se necesitaban, ¿por qué deslegitiman al fujimorismo sus intenciones de ser presidencia otra vez? Es natural que la gente se decante por la opción que en los 90 salvó el pais de una u otra forma, a pesar de todos los excesos que pudieron cometer, y nuestros políticos "demócratas" tienen toda la culpa de ese pensamiento, no lograron convencer a la gente de que un táper regalado no es más que vivir en la plena democracia sin la sombra corrupta del fujimorismo noventero. Les recomiendo que dejen de atacar a Keiko porque ya es muy tarde, ellos mismos con su ineficacia la están colocando en el poder, 15 años pesan demasiado.

sábado, 5 de marzo de 2016

(I can't get no) Candidato.

Mientras la gente se distrae un poco con Jagger, parece ser que el JNE baila al ritmo de un vals limeño, con gran parsimonīa, como creyendo que las elecciones son el 2017 todavía.  Los pocos reflejos de dicha institución parecen señal de un movimiento desde el Ejecutivo, pero no llegan a eso, es pura incompetencia para resolver algo que ya debió resolverse hace rato.

Sigo viendo qué candidato elegir, a la salida de Guzmán y Acuña se asoma Barnechea, pero sigue sin convencerme esta especie de tío bacán que bien podría ir en un libro de Bryce, bien a la camisita celeste, cabello cano y suelto al viento, parece un surferito jubilado convertido en el tio bacán que entretiene a los sobrinos un domingo de playa.  No creo que sea el presidente para esta jungla de rateros y coimeros que saltan como pirañas a la primera licitación.

Keiko la indicada? El destrozo de las instituciones por parte del fujimorismo son su principal crítica, pero seamos sinceros, en estos 15 años post-fujimori se debió hacer algo, signo inequívoco que el problema no son nuestras instituciones, sino quienes nos dirigen los que con su desidia mantienen las instituciones en deterioro, eso se nota en la calle, la inseguridad en general, la falta de atención en los centros médicos.  Todo es culpa de personas que no hacen bien su trabajo.  Keiko y el fujimorismo ya podría merecer otra oportunidad a pesar de las rabietas del marqués que no hizo ascos al velasquismo.

Ratalan es más de lo mismo, es el robo seguro.

viernes, 1 de enero de 2016

Érase una vez un reino del revés

"Vamos a ver cómo es el reino del revés…", reza una canción infantil acerca de un mundo donde los perros caen hacia arriba y la gente baila de cabeza, esa canción me hacía imaginar también un mundo donde un ciudadano no puede sentirse seguro ni en su casa porque le van a robar, donde los delincuentes disfrutan de hacer de las suyas en la calle y la gente inocente va a la cárcel por defenderse, donde un Estado que debe proteger a su pueblo, lo deja abandonado.

Pensaba en ese mundo de imaginación, pero no…   Así estamos en el Perú, esta es una tierra de fantasía donde todo funciona al revés, y si los empleados públicos no caminan de cabeza es porque la ley de gravedad no la promulgaron aquí.  Estamos en un reino donde no gobierna el presidente pero sí la esposa que se computa Lady Di, donde los políticos llegaron a servir a los pobres y al final salen en revistas de moda y visten ropa fina, donde un partido habla de nacionalismo pero es un secreto a voces que sus líderes recibieron plata de otros países.


Perú no parece ser un reino del revés, es una vuelta y media de paradojas que ya tomamos como parte de la cotidianeidad, hasta que nos enfrentamos a ese sistema: Por un accidente familiar mal tratado en Essalud o una denuncia policial que no es tomada en cuenta o una necesidad de transporte en una Lima imposible de transitar.  Nos queda como consuelo escuchar una canción infantil, para imaginarnos un mundo al revés, que debería ser este mismo que vivimos y nosotros estar mucho mejor.